domingo, 1 de febrero de 2009

Guerras infantiles

Nuestra historia comienza en un pueblecito cerca de Berlín donde se encontraba nuestro protagonista, Erik, un muchacho de tez blanco y pelo rubio como es normal por esos parajes, ya tenía dieciocho años recién cumplidos, los cuales habían celebrado él y su abuela la noche pasada, aunque en realidad era al día siguiente, con sopa y unos trozos de pan ya que no tenían dinero para más, pero esto a él no le importaba porque estaba con la persona que quería estar.
Este se encontraba admirando la belleza que lo rodeaba sentado sobre el tocón de un árbol cortado cerca de su casa, lo cual hacía casi todos los días, entonces oyó el tintineo del triángulo de su abuela con el que le llamaba para advertirle que era la hora de comer.
Pero hoy no sabía porque lo oía de una forma distinta a la de los demás días, más rápido, como impaciente así que salió disparado hacía su casa para ver que pasaba.
Él vivía con su abuela y un perro que ella tenía en una casita muy vieja pero con lo necesario para vivir bien ya que sus padres habían muerto cuando era chico al intentar salvar al pueblo de unos saqueadores.
Al entrar no vio a su abuela esperándole en el porche como era costumbre, por lo tanto, entró encontrándose con una cosa inesperada, su abuela había preparado un pastel haciéndole creer la noche pasada que esa comida era su celebración.
Le dio las gracias a su abuela y los dos muy emocionados empezaron a comer, justo cuando entraron dos hombres de improviso en la casa, uno era rubio y de tez blanca al igual que Erik y el otro también era de tez blanca pero con el pelo moreno, este le resulto curioso a primera vista ya que se veía que no era de por allí.
Al otro lo conocía, era el hijo del vecino a el cual se lo habían llevado hace dos años cuando cumplió dieciocho para alistarlo en el ejercito en contra de su voluntad, Aarón se llamaba, así que este se temió lo peor pero esperó a que hablaran o a que se le presentara la oportunidad de huir.
-Nos han mandado para que te llevemos con nosotros a la base con el fin de convertirte en un soldado ya que aunque eres muy joven nos faltan guerreros en nuestras tropas-le dijo a Erik el hombre moreno.
En ese momento habló la abuela:-No podéis llevároslo aún es demasiado joven.
-Lo siento señora son órdenes- replicó.
Y sin más palabras lo cogieron por los brazos y le llevaron a la fuerza a una camioneta que habían aparcado estratégicamente delante de la casa.
La abuela lo intentó liberar por todos los medios, suplicando, luego agrediéndolos pero nada servía así que al final se resigno a despedirse ya que sabía que no lo volvería a ver.
Estuvieron entrenándole durante meses, más de los normales ya que se veía que no estaba echo para la guerra pero al transcurrir un año le dijeron a él y a sus compañeros también alistados a la fuerza que dentro de poco irían a la guerra por su patria.
Ninguno hizo, ni siquiera pensó durante esos días la reacción normal a esas palabras huir, huir todo lo lejos posible, ya que durante esos meses le habían lavado la cabeza a todos de tal manera que ya no eran personas, sino marionetas que se podían manejar con facilidad.
Y entonces llegó el fatídico día en el que salieron todos en unas furgonetas blindadas hacía la guerra, Erik se encontraba dentro de una de ellas junto con algunos de sus compañeros de alistamiento y otros a los que no conocía, cuando al mirar más atentamente reconoció a Aarón al que había descubierto, no tenía desprecio alguno ya que sabía que a él le pasó lo mismo.
Entonces habló el que parecía ser su mayor:-¡Estamos próximos a las guerrillas enemigas, preparaos!
Y así lo hicieron, y al cabo de veinte minutos se abrieron las puertas dejando ver una ciudad en ruinas por la guerra, hay empezó la batalla en la cual murieron muchas personas incluido Erik el cual en su último aliento de vida pensó en ese tocón, en el paisaje que este mostraba y en lo maravilloso que sería volver a ese lugar solo para volver a oír el sonido que anunciaba la comida.
(Escribo esta historia con el fin de denunciar la utilización de jóvenes en guerras por las que no se le dejan tener una infancia y por los cuales creo debemos tener empatía y denunciar esto todos juntos)